No podia dormir pensando en Ella. Diosa eterna
de lo impío, me ofrecía la salvación a través de sus ojos. Apenas ayer la había
conocido, pintando en la vieja zona rosa. Desenfadada con una sonrisa plena, su
mirada se poso en mí y cambio mi mundo. No teniendo otro pretexto que pudiera
servir a mis designios, me detuve con el propósito falso de preguntar para
obtener alguno de sus cuadros. Falso porque me encantaba el arte que de ella
emanaba, pero estaba en ese instante, en ese lugar del mundo, destinado a
hablar, aunque fuera unos minutos, con ella.
Pregunte al azar por una de sus pinturas. Su
rostro se ilumino y esbozando aún más su sonrisa plena, me saludo y comenzó a
comentar acerca de los precios. Yo perdía cada palabra en cuanto llegaban a mi
mente, perdiendome en la naturaleza sombría de mi baja concentración, pues un
solo objetivo dibujaba mi vida. Así era: seguía su mirada, que tanto me
mantenía hipnotizado. Su voz delgada parecía susurrar mil y un promesas de un
cielo que, hasta ese momento, desconocía. No importaba nada. Solo ella.
Finalmente, gastando una parte del dinero
destinado a gastos del mes, adquirí uno de esos cuadros que tanto la evocarían
para mí. la pintura hablaría conmigo. Me contaría su historia. Yo imaginaria en
la plática cada trazo, su rostro totalmente enfocado en crear. Su tierna y luce
mirada avocada a cada pincelazo, a cada rincón donde pudiera estar una línea de
pintura. El cuadro me hablaría de ella. Y yo así la amaría. Completa. Eterna.
Me levante. No podría seguir durmiendo. Tendría que encontrar una
forma de irme acercando. El tiempo tal vez estaría de mi lado. Ahora la vida me
ofrecía una oportunidad y sólo necesitaba hacer lo indicado para que el premio
a mi tenacidad fueran esos ojos. Ya habia dado los primeros pasos y el tener
que salir de mi habitual estado de melancolía aletargaba mis sentidos, pero
ella valia cada momento que la vida me brindara para pelear como jamás lo
hiciera con nadie. Dios sería mi testigo.
Había obtenido más de lo que había obtenido al iniciar aquella
titánica empresa. Conseguí una sonrisa sólo para mí. Era mía y nadie jamás
podría quitarla de mi alma, donde quedo tatuada por siempre. Y por una vez,
sólo por una vez, recorrí los nueve cielos empíreos que aquel gran maestro
plasmara a través de palabras más dulces que las mías, en un nuevo estilo que
definiría al mundo por la eternidad, todo en un brevísimo instante, pasando
solo por la profunda intimidación y amor que emanaba de aquellos profundos
ojos...
Feliz cumpleaños, espero te guste...
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