Ya el
Sol marcaba un día ríspido
Al
notar en el vacío tu ausencia
Y
develar, divina apariencia
La luz
de tu furioso cometido.
Es así,
con temor desconocido
Que me
lanzo con la total anuencia
Y la
determinación de emergencia
Del que
busca un lugar deshabido.
¿Qué
esperar del horror decidido
con que
lleno tu llana apetencia?
¡Menudo
reto me deja deshabido!
Recojo
mi única pertenencia:
Mi
vieja mochila, y decidido,
Me
despido ya de tu cruel presencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario