Cálida sonrisa, flor de esencia
que en mi pasado busca subsistir,
que por instancia de mi amor propicia
el encuentro de mi naciente vivir.
Tu fantasma me sigue, cruel presencia
que no deja despedirme de tu ir
y tu venir insistente me ansía,
en mi cruel y loca sed de insistir.
¿Quien me sigue en mi vil elocuencia
y me derrite y provoca asir
la eterna falta de tu dolencia?
Así me dueles. Así me veo sufrir.
Me sigue el fantasma. Tu ausencia.
La penumbra. Lo que voy a admitir…
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