domingo, 27 de mayo de 2012

Celebración (Segunda parte)

Comienzas a descender. Jamás te hubiera vuelto a ver tan hermosa,
porque caminar a tu lado fue lo mejor que me ha pasado. Me enseñoreo. Por un instante fui también un Dios.
Y obtuve, aunque fuera por un tiempo muy corto, el amor que siempre quise.
Es entonces cuando me veo por fin, arrodillado. Dolido. Exhausto.

Estas ahora a mi lado. Trémula. Divina. Me miras con esos hermosos ojos
conteniendo todo el dolor del universo. Tiernos ojos de color miel. Mis
terribles ojos bonitos. Y te hincas a mi lado. Y entonces, sin esperarlo….
Me abrazas.

Y es en ese abrazo donde se funden tu dolor y el mío,
vago espejismo de valor incalculable. Se desvanece toda mi rabia
por ser yo quien te dejará ir, sin siquiera gritarte algo cuando me abandonabas…

Ahora no siento tu odio. Solo atisbo a proporcionarte una última vez
el inmenso amor que te tengo. Que te tendré todavía. Que te tuve.
Y decido, por vez primera, sentido infamante del viacrucis inerme,
darte lo que tanto deseabas: tu libertad. El sol comienza a salir. Es ya de día.

Acaricias mi barbilla con tus manos, antes de tomar firmemente mi rostro
y darme un tierno beso. Callado. Solemne. Estoy por sorpresa tomado
y no puedo más que responderte poniendo todo lo que queda de mí en un solo acto.
Te levantas y esbozas una sonrisa. Frunces el ceño divertida y te vas.

Ahora el mundo es otro. Ya no hay más oscuridad. Me dispongo a partir yo también.
Mi mundo de ensueño esta de pie. Ha sobrevivido una y otra vez, pero
en esta ocasión es distinto. Esta vez se ha mantenido sano. Hermoso.
Me allegro. Nunca puede acabar bien el asunto, pero esta ocasión vivo
y me dispongo a partir con el corazón entero y el alma, más que nunca, viva...

viernes, 25 de mayo de 2012

Celebración (Primera parte)

Paso con la lentitud que mi pluma al evocarte provoca.
Recuerdo tu esencia, cálido desliz de lo que en mí aún queda;
se niebla mi vista, mi soledad evoca, tu ausencia duele y mata
y aún así veme, de pie, entero, preparando mis maletas y renovando sueños.

A veces me levanto distraído y termino en el Palacio de mi Memoria
donde te instalaras hace tiempo ya. Señorial. Magnificente. Diosa.
No quieres irte para burlarte de mí. Te preocupas por dejar tu huella
y mientras levanto mi duelo, utilizo mi poca fuerza para no amarte.

Vacía queda la instancia de tu arrojo, cruenta mujer, obligado enigma
por quien dejé ilusiones, amigos, vastas oportunidades de vida y un sueño atroz.

Ya quedaron atrás los sueños mozos. Ya no me responde mi cuerpo al mismo calor.
Debil. Sí, débil, pero firme en mi propósito. Así me levanto de nuevo una y otra
y otra vez, por cuanto te mantengas en tu idea de no permitirme ser mi dueño.

Ahora puedo verte. Elevada por los aires, dominando todo a tu paso
y me dispongo a enfrentarte con el mismo candor con el que decido olvidarte.
Entonces abro la mochila que he traído conmigo y te combato con recuerdos.
recuerdos buenos o malos. Grandes ondanadas de memorias fluídas
que salen con recia calidez de mi alma muerta por no tenerte.
Mi corazón se sale junto con tu viva voz. La de cómplice. La de enamorada.
Y se descubre inócuo. Virgen. Vacía en el breve andar en que se posó tu mirada.

Y tú… tú solo observas. Meditabunda. Ni un solo rastro de aquella pasión
se observa en tu ahora esteril rostro. No hay compasión ni piedad. Ni arrojo
mientras mantienes tu volar igual de inexpresivo. Y entonces sucede.
Toco el instante en que me conociste; lo que según me contaste, sentiste.
Y por fin veo que tu rostro se agrieta por el renovado sentido...

martes, 22 de mayo de 2012

Poema en caos ó te propongo...

Yo te propongo volver sobre mis pasos
con la intención de retroceder el tiempo
y en el instante en que te conocí, verte a los ojos
y hacer de cuenta, que no hay marcha atras.

Hacerte sonreír. Verte llorar. Ya no perderme más
en distracciones inútiles y seguir tu vida al pie de letra.
Coleccionar. Atesorar todos esos momentos a la de ya.
Sentirme como siempre el más afortunado de tenerte.

Yo te propongo que si vuelvo a ese instante
solo me observes hacer mi mejor esfuerzo.
que te diviertas, como cuando eras muy pequeña
y tu padre te llevaba al parque. Cuando sólo podías
sonreír.

Que me dejes conquistarte como lo he hecho
aunque esta vez, será más lento. Más idealizado.
Porque solo he escogido este tiempo para amarte
y hacerlo sin dejar huecos, sin abandonar espacios.

Te propongo que te abandones al amor, sin pensar.
Que me permitas hacerte cielo y Diosa. solo pensarte
y que mi vida este consagrada a tí por completo.
Así no perderíamos más el tiempo y este sería para nosotros.

Bailar al compas del vals eterno con Aire de Bach de ejemplo.
tomar tu talle y en el solitario Salón hacerte brillar.
Perdernos en la solemnidad del entorno, que se haga eterno
para, de esta forma, el ambiente romántico del mundo notar

Te propongo no estar juntos todo el tiempo
pero que en cada espacio que compartamos
el deseo, el cariño, se presenten en fiera amistad.
que guíen el entendimiento de toda una vida.

Y que no te desvanezcas al termino del día. Que
el parsimonioso espasmo de tu pensamiento
se detenga un rato. Solo lo suficiente para que vuelva
sobre mis pasos,retroceda el tiempo y seamos humanos...

domingo, 13 de mayo de 2012

Nora Tercera...

Diosa de esplendor, amor y furia; de fabulosa realeza en tu mirada,
Ve la soledad que en mi ser se encierra, desde que te ví, y en el fondo,
Aquel corazón comenzó a latir apresuradamente en la enramada,
Pues se había topado con la dama de sus locos desvaríos y sueños rotos.
Así siguió por años, y no descanso jamás, esperando ver a aquella mujer.
Pero la viva voz de la adolescencia, elixir que toma a los niños por sorpresa,
Y los transforma en hombres había retornado, y la paciencia divina muerte
Transmitió su palabra de sabiduría, y se aquieto su pasión, siendo plasmada.
Por varias generaciones, Amor toco a su puerta infinitas ocasiones, desbocada.
Dio tal vuelco a su corazón el sentir tal emoción en el ser de soledad, obscuro
Y generó tal resuello, que aún podía sentir a su amada: a aquella gentil esencia
Que había trastornado su mente, y provocado diferentes sentimientos:
Su mujer ideal estaba allí, frente a él
sonriendo.