jueves, 13 de marzo de 2014

No lovers ...

"Los amores cobardes no llegan ni a amores ni a historias,
se quedan allí…"
Oleo de una mujer con sombrero, Silvio Rodriguez.

I love old buildings. Abandoned . They evoke memories in me that believed extinct since childhood . I do not know why because you appear when you least expect or sometimes in the course of changing events , one way or another, my life. So when I see some structure falling apart or simply aging , rejuvenates my memory a bit . And the feeling , as pleasant as can be described , stimulates my senses and gives me some peace.I love the rain getting wet even when no longer be an option. I love women. Haughty . Smart as life itself , leading me in the ways of love for me and just lock me in them. That is why , perhaps , the origin of my erratic behavior with them this originated in a place that my mind just remember ...
Although only fragments of a time when, still a child, I was forced to accompany my parents to all the events you attend , were parties, concerts , fairs, etc. I remember a long journey. I guess I went out to the periphery of the city. Just come to me a few moments of dark roads and a long journey.I only remember her eyes. And the sensations aroused in me that look . At that age . I find myself early to imagine situations that would live as an adult . With her. That 's just a kid . Like me. The playground only exacerbate get my tender desire. Not anything wrong. Only kisses. I imagine kissing. Stroking his long, straight , black hair. Fleeting shadow of what it would be, after the source of derision from my thoughts. and how to accompany me look at the world from that time. I remember back around those eyes . Her seeing me in a brief but powerful moment . That's when it observed , close to my house. Would go back there in a couple of times before I knew I was enchanted by the magnitude of that imposing abandoned building , which probably would have ignored before that day because now I feel like from the inside of his silence, his deadly stay , its decadent space , call me with eyes that have mesmerized me . Even now I feel naked, since rediscovery that part of the canvas, that hidden tapestry that is my own story , if not attempt disentangling step the memory of those eyes watching me with the incipient evil of those who know desired and causes the awakening slow unscathed , those ethereal fires do enough in my one again. every old, crumbling building, attempt to possess his spirit every day I meet an old house . Or a ghost town will become my absolute terror, full of eyes. Of murmurs . Of uncomfortable silence, these silences those who can not face without a tear drop . I look sick. Sick of a forbidden , talkative, unrelenting , tyrannical passion. And from that story can finally begin to baste the paths that lead me , later, at the dawn of my puberty , fall in love , perhaps for the first time completely, Nora.I can not speak for all the others who share that helpless feeling. Cold. Only under my own entrance and whisper in the ear of those who join me in this reading a story that I felt forgotten. With the passing of the years and the entrance to my early stage as an adult I felt sick when mine is more intense love that fails because he has not found out that primary purpose. That goal that would take him away forever ridiculous evocations. and my face is marked by a desperation of wanting a normal, in my case, never will. Because I'm certainly unique and my legacy is going the other hand, happy, well wrapped and in its fullest childhood because, lacking both the fall comes to my door, intensifies characters into words, the blessed delight that are letters.Will my loves, therefore, are cowards ? Never grow. They feed on a false effigy Gods worshiped but lifeless. and yet ,as they have created for themselves, so many stories! They were and what a day will speak my best. From my heart and my imagination truant soul...I've already lost. Not result ever get out of that huge hole, cold and alone is my soul. Because despite being in my good companion time, lover, friend, I will always be destined to remain alone. remembering that look, home of my new life , is evoked in each edge of time undoing the Temperate and light strands Wind...

No de los amantes...

"Los amores cobardes no llegan ni a amores ni a historias,
se quedan allí…"
Oleo de una mujer con sombrero, Silvio Rodriguez.

Me encantan los edificios viejos. Los abandonados. Evocan recuerdos en mi que creía extintos desde mi niñez. No sé porque razón aparecen cuando menos los espero o a veces en el transcurso de acontecimientos que cambian, de una u otra forma, mi vida. Así que cuando observo alguna estructura cayendose a pedazos o simplemente envejeciendo, mi memoria rejuvenece un poco. Y la sensación, tan placentera como se pueda describir, estimula mis sentidos y me da algo de paz.
Me encanta la lluvia aun cuando mojarme ya no pueda ser una opción. Amo a la mujer. Altiva. Inteligente como la vida misma, que me lleva por los caminos del amar para solo atorarme y dejarme en ellas. Es por ello que, tal vez, el origen de mi errático comportamiento con ellas este originado en un lugar que mi mente acaba de recordar…
Aunque sólo son fragmentos de una época en que, todavía niño, me veía obligado a acompañar a mis padres a todos lo eventos a los que asistieran, fueran fiestas, conciertos, ferias, etc, recuerdo un viaje largo. Me imagino que salimos a la periferia de la ciudad. Solo vienen a mí algunos instantes de caminos oscuros y un viaje largo.
Solo recuerdo sus ojos. Y las sensaciones que esa mirada despertó en mi. A esa edad. Me descubro precoz al imaginarme situaciones que viviría ya de adulto. Con ella. Que solo es una niña. Como yo. Los juegos infantiles solo consiguen exacerbar mi tierno deseo. No de nada malo. Solo de besos. Me imagino besándola. Acariciando su cabello largo y lacio, negro. Tan negro. Sombra fugaz de lo que sería, tiempo después, la fuente del escarnio de mis pensamientos. y la forma de mirar al mundo me acompañara a partir de ese momento. De regreso no recuerdo nada más que esos ojos. De ella viendome en un breve pero poderoso instante. Entonces es cuando lo observo, cercano a mi casa. Regresaría allí en un par de ocasiones antes de saberme hechizado por la magnitud de aquel imponente edificio abandonado, que probablemente hubiera ignorado antes de ese día porque ahora siento que desde adentro de su silencio, de su mortífera estancia, de su decadente espacio, me llama con esos ojos que me han hipnotizado. Incluso ahora me siento desnudo, desde que redescubri esa parte del lienzo, de ese tapiz escondido que es mi propia historia, si no intento desmadejar paso a paso el recuerdo de esos ojos observándome con la incipiente maldad de quien se sabe deseada y provoca el despertar, lento, incólume, de esos fuegos etéreos que desviven en mi una  otra vez. en cada edificio viejo, derruido, su espíritu intentará poseerme cada día que me encuentre con una vieja casona. O una ciudad fantasma se convertíra en mi terror absoluto, lleno de ojos. De murmuros. De silencios incomodos, esos silencios a los que no puedo enfrentarme sin soltar una lágrima. Me veo enfermo. Enfermo de una pasión prohibida, locuaz, incesante, tiránica. Y a partir de esa historia puedo, por fin comenzar a hilvanar los senderos que me llevarían, tiempo después, ya en los albores de mi pubertad, a enamorarme, quizá, por primera vez de manera completa, de Nora.
No puedo hablar por todos los demás que comparten ese sentimiento impotente. Frío. Sólo marco mi propia entrada y susurro al oído de quienes me acompañen en esta lectura una historia que yo mismo consideraba olvidada. Con el transcurrir de los años y la entrada a mi más tierna etapa como adulto me he sentido enfermo, cuando lo mío es más un amor intenso que no logra salir porque no ha encontrado ese fin primario. Esa meta que lo alejaría para siempre de las evocaciones ridículas. y mi semblante se marca por una desesperación de querer una normalidad que, en mi caso, jamás se dará. Porque ciertamente soy único y mi legado va por otro lado, contento, bien abrigado y en su más completa niñez porque, faltando tanto para que el otoño llegue a mi puerta, intensifica en caracteres, en palabras, la bienaventurada delicia que son las letras.
¿Mis amores, por ello, son cobardes? Nunca crecen. Se alimentan de una falsa efigie, Dioses adorados pero sin vida. y sin embargo, ¡Como han generado, por ellos mismos, tantas y tantas historias! Son, fueron y serán lo que un día hable mejor de mí. De mi corazón imaginario y mi alma faltista…
Me he perdido ya. No lograre salir jamás de ese inmenso agujero, frío y solo que es mi alma. Porque a pesar de haber sido en mi buena época acompañante, amante, amigo, siempre estaré destinado a permanecer solitario. recordando aquella mirada que, origen de mi nueva vida, se evoca en cada filo del tiempo a deshacer los hilos templados y ligeros del viento…