domingo, 4 de septiembre de 2016

Supongamos...

Supongamos que nos amamos:
Que nos tomamos el tiempo, que se acelera
Como mi pulso que es del alma tuya plena
Y alegoría del bizarro mundo en que vamos.

Supongamos que escribo, con mi letra,
En el suave amanecer de tu mirada
Las cosas más dulces que el que anota
Y tanto te adora tenga en el alma.

Supongamos que, en un breve momento
La eternidad se cierne en ti, enamorada
Tal como yo lo hago cada día
Al posar tu sonrisa en mi fe helada.

Supongamos que en los albores del tiempo
Tu ya estabas para mi destinada,
Y que en la cálida brisa de lo tierno
Circunscribo en tu nombre mi alabanza…

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