martes, 5 de mayo de 2015

Soneto indeterminado...

Como el terco valor en que miras
al dulce placer que produce clamor,
al diluir que en el placer tocas
tu cariño en el devenir de Amor.

Efigie de luz tenue y amarga
que en el pasado iluminaste,
y trasluces en la luz que embarga
la verdad de aquello que amaste.

Alma mía, cruel y fatua desidia:
vertiente del más oscuro destino,
vuelve a por mí, cual rapaz envidia.

Como de mi antiguo señor tuvo
siniestra sabiduría: perfidia
que por el alma brotó y obtuvo…

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