jueves, 31 de marzo de 2016

Sophie

La pequeña Sofia se pone cuidadosamente cada media, mientras él solo observa, sentado, y extasiado por contemplar un ritual que tal vez no significa nada para ella pero que para un hombre como él puede significarlo todo.

– Creo que serás aún más hermosa cuando llegues a los 30 años.
– Gracias, que lindo… aunque en esta vida, ya sabes, no se sabe…
– Yo te protegeré siempre que tú lo quieras.
– ¡Muchas gracias! Pero creo que no, pasaré… como siempre. Aunque te agradezco tus atenciones.
– De nada. Es una lastima…

Todo en el cuarto esta desordenado. La ducha todavía esta enfriándose. Los utensilios de arreglo están diseminados por todo el lavabo. Toallas en el piso, junto con varios condones usados en el bote, anudados de forma descuidada. En medio del cuarto un mueble, de esos que llaman potro del amor, como una especie de monumento. Todo huele a sexo. Y el tiene ahora impregnado en la piel el dulce, tierno aroma de la piel de Sofia. la memoria de como huele su sexo, lo poderosa que es su juventud contra la madurez de alguien que ya ha vivido mucho más. Cada línea que él ha querido grabar de manera perenne en su mente, quizá para una y otra vez volver a estas memorias que se han quedado. tal vez, solo tal vez, un nuevo cuarto de marmóreas paredes y esculturas pétreas imprecisas, de tallado clásico, formarán un nuevo lugar dentro del Palacio de su memoria. Un nuevo lugar, una nueva presencia que Rafaela cuidará ferozmente para su protegido.
Sofia ya ha terminado de ponerse el vestido negro ajustado que entalla perfectamente a esta joven de formas delgadas, fascinantes. Se calza las zapatillas también negras y mientras toma su bolso se acerca a él.

– En verdad me la pase muy bien, bebe. Espero verte pronto.
– No lo sé, querida. Mi trabajo me demanda demasiado. Yo te llamaré, ¿de acuerdo? Quiero volver a verte.
– De acuerdo – Sofia se termina de arreglar su cabello negro, largo. Ya ha quedado impecable. Visión divina que otro cliente observará en un rato, aunque ella bien quisiera irse ya a casa a descansar. después de todo, ha sido un día agitado– pero sí me llamas. Chao.

Un beso en la boca finaliza su visita. Y mientras cierra tras de sí la puerta, no puede evitar meditar un poco en la cotidianidad de su notoria presencia: la fresca ausencia del amor diáfano. traslúcida sombra de lo que todo mundo quiere poseer pero que se escurre entre las llagas de las lagrimas que la vida exhala en su historia…

miércoles, 30 de marzo de 2016

Entonación de primavera

Diosa que enardece a los hombres;
pasión, furia, esplendor e historia
que cuenta como vencedor asombres,
gracia manifiesta, ferviente gloria.

Mirada que evoca mil pronombres
con que tiendo mi fervor por euforia,
válido placer carnal sin errores:
tan sádica: incluso, irrisoria.

Inocencia en la piel que encubres;
recuerdo de culpa difamatoria,.
Deseo de este dolor que vislumbres.

Diosa plena de muy finas costumbres,
corazón, fogosidad crematoria: 
dueña de los ya dispersos milhombres…

sábado, 20 de febrero de 2016

Como si de beatriz hablara…

Nobilísima señora, dueña de los más encumbrados sentidos que idealizan el bienestar de nuestra santa madre y nuestro glorificado padre; bienaventurada su presencia ante la cuál este humilde siervo de Dios no ha podido sino bajar la mirada en su dulce presencia. Escribo estas palabras de mi corazón llameante de ese amor que solo la naturaleza ha hecho tan puro, como para dominar mi entera existencia y enloquecer cada hebra de cordura que en mi queda.

He dibujado en un lienzo de eterno esplendor, que el Gran Justo admirará cuando yo me encuentre en su presencia, el momento exacto en que mis ojos se posaron en usted por primera vez, cuando aún en mi primera etapa de vida, en mi más tierna infancia, conociese, al verla, el amor preponderante de aquello a lo que uno no puede escapar jamás. Y fue en ese momento, cuando el resplandor de los cielos a los que circunscribiré alguna día la esencia de su maravillosa presencia terrenal, para adaptarla a la forma divina que le dará, por fin, justo valor a lo que usted es, cuando yo quede prendado de mi señora. tanto, que la respiración torno terrible cuando no estuviera dentro de la atmósfera donde mi bella dama no quedara adherida en el mundo de las memorias.

Y fue así que comencé, según creo, mi peregrinaje, que tantas fortunas y desdichas me ha traído. Pero no fue usted quien los provoco en la forma desafortunada que me ha perseguido día tras día… no… usted es la espada flamígera, el suspiro arrebatador que me conmina a levantarme cada inicio del día con el valor y la fuerza de voluntad para enfrentar de forma estoica prueba a prueba de las que mi Señor me envía, dispuesto a probar a este humilde hijo suyo, tal vez para demostrar el inmenso amor que ahora le profeso a usted, tal vez para demostrar el amor que le profeso a él, desconozco sus designios. Más una cosa queda clara ante mi atribulado corazón… Una mirada suya será placer tan intenso que podrían poner frente de mi persona cien dragones, mismos que caerían muertos al instante ante el poder del amor que mi noble dama me provoca.


Cruel trama cuyo desenlace provoca en mi los más locos desdenes; soliloquio triunfal de mis discursos avezados, que en la entera esfera de nueve cielos empíreos que se abren ante la verdad absoluta de quien todo lo ve y nada lo niega, desprende de mi cuanto valor quiera para comenzar cada trayecto como un niño pequeño, con encanto de aprender pero sin la memoria viva de la experiencia que en todos por igual gobierna: defiende mi error por cuanto la manera de su mirada, mi excelentísima dama, pruebe con el endemoniado fervor de lo que oculto bajo cualquiera de estas palabras…

viernes, 12 de febrero de 2016

Como nunca enamorarse (Segunda parte)...

Pronto se dio cuenta de que quien le llevara a aquella fiesta pertenecía al grupo de amistades que ella frecuentaba, aunque no tenían contacto directo. Le veía de vez en cuando y descubrió un interés inusitado en conocerlo. Era un don nadie a simple vista. Gordo y no agraciado físicamente. No había entablado charla de forma directa, pero en ciertas ocasiones había podido escucharlo hablar. Ni en eso figuraba, pero defendía lo que decía. Aunque ella ya había detectado que le gustaba observar en él… su mirada. Le gustaba ver como el veía a los demás. ¿Qué pensaba cada vez que veía a un grupo particular o a una persona? ¿La estaría estudiando detenidamente? y tiempo después estaba segura de ello: estudiaba a las personas. Leía su lenguaje corporal. Así era como el tenía, de alguna forma, la manera más segura de conocer a las personas que intercalaban con él, puesto que había algunas a quienes su atención prestaba atentamente cuando platicaba con ellas, aunque estuvieran discutiendo y había otras a quienes simplemente no mostraba el más mínimo interés.
Y un día, sin ella proponérselo, como se había acostumbrado en las pocas ocasiones en que podía verlo, volteó a observarlo una vez más, para darse cuenta de que él la estaba observando a ella. ¡Por fin el reparaba en su presencia! ¿O lo había hecho antes, pero ella no se había percatado de ello. Él se ruborizó al sentirse descubierto e inmediatamente volteó la mirada. Y se le hizo tan tierno. Estaba apenado. Y a ella le fascino saberse, pensarse, sentir que era, a lo mejor, deseada por aquel muchacho que nunca había establecido ningún dialogo con ella, aunque ello le provocaba cierta incertidumbre. Si en alguna ocasión podían llegar a platicar ¿De qué sería? ¿Lo encontraría tan fascinante como hasta ese momento? ¿Le aburriría o le encontraría demasiado equis y se aprontaría a darle corto para volver a su rutinaria vida de oficina y no prestarle atención nunca más? no solo sabía y esa duda le colmaba de alegría. Él era interesante para ella de esa forma y ella también, en cierta perspectiva, le deseaba.
Eso también representaba un problema y ella lo sabía a la perfección. Rubia, esbelta pero con un cuerpo que despertaba admiración y deseo en muchos hombres; de familia más o menos acomodada, siempre se había visto rodeada de aduladores y amigos que intentaba, por todos los medios, llamar su atención. Y ahora ese tipo por el que no daba nadie nada le provocaba algo dentro de sí. ¿Sería un capricho? Había escogido no buscarle hasta ese momento, porque la sensación de caza, esos sentimientos tan cálidos que él le provocaba, no los había sentido por nadie. ¿O era porque su ego estaba lastimado, porque solo esa persona se había atrevido a ignorarla? No se había sentido ofendida, y sabiendo ahora que en por lo menos una ocasión había sido observada y la reacción del tímido chico al ser sorprendido aunque en realidad fue al revés, más bien le había llenado de orgullo.
Karina vuelve al presente de golpe, pues una de las amigas le pregunta algo. Ha pasado tanto tiempo. Ella no quiso casarse hasta ese momento. Estuvo comprometida, pero el recuerdo de aquel muchacho le taladraba el corazón todavía. ¿Que había hecho para arrebatarle de esa forma el alma? ¿Que hechizo malvado había provocado en ella semejante presión ante su recuerdo. No lo sabía y de vez en cuando aquellos años volvían a su memoria.

La universidad había quedado atrás hacía tanto y la vida laboral le sonreía, prometedora. Y sin embargo, por lo menos una vez al día, pensaba en aquel chico. Y le parecía que cada día aumentaban más sus deseos de volverlo a ver, aunque no tenía idea a de como. Hacia mucho que aquel círculo de conocidos se había disuelto, empeñados todos en tomar sus nuevas vidas fuera de la escuela. Y como ella jamás se hizo a la idea de averigüar de quien era amigo… de obtener un lazo que hubiera podido acercarle más a su interés…

jueves, 11 de febrero de 2016

Bizarro...

José tiene un corazón de reloj: marca las horas
y los segundos en que tiene que venir su vida.
Nada es al azar: todo cumple una única regla,
pues es lo que le da cuerda a su peculiar estadía.

Tiene una bella esposa que, por el contrario, desata las vías
del caos y el desorden: la mitad de sus días.
Él la ama como es y compensa sus pesares
con el incipiente y trémulo fervor de sus tiempos dispares.

El pequeño Carlos, hijo de ambos, es un ying-yang:
eterno como la sombría mañana de la locura;
fugaz como las tenaces fauces del demente con disfraz,
luz de la vida del par de entes disímiles vidas.

Así es esta familia: extremis en cada dualidad,
en individualidad como forma de guerra parida;
paz encontrada en los frágiles tentáculos de la perfidia,
volátil finalidad de los hombres de la tierra viva…

lunes, 8 de febrero de 2016

Itten...

Ya superé tu perdida, cruel bastión de mis deseos,
espantosa muestra de mis insanos días,
por la cuál entierro la pasión de mis desvelos
a través de los océanos en que viajan mis melodías.

Dejé atrás la insana ansiedad de aquellos velos
que cubren las varias intensidades de tus miradas,
para que al conocer más de cerca los finales siniestros
cercene para siempre lo obícuo de tu fugaz estancia.

Comienzo una inocua vida en la búsqueda de los intentos
por atravesar tu corazón en una sola entrada,
cruenta diosa de mis amores eternos: 
divina doncella de mi vida vista a la distancia…

viernes, 5 de febrero de 2016

Thanks...

Small Lourdes says to write me released. That purifies. And you're wondering what drives someone to write. And I can not agree more about it and I've often wondered why so much of myself, as my favorite writers, among whom she is includes-.
I wrote According to my memory allows me remember- awkward for the first time as twelve, thirteen years old. I started writing for love, as many others. The most beautiful girl I had ever seen in my short life then appeared in a scene so far remember perfectly and forever changed all I am. And the first thing I did was for her a poem. Now that I think about it, maybe he had written before, but that was lost in the intricacies of what is not can never tell because although I keep this, my first poem, is not the original but a well-preserved copy all the above and will have ceased to exist long enough and no memories for me, although if any could the people who knew me at such a young age and is not yet dead-people who most likely will not see again anymore -.
I once took a course but not ended. I have been self taught practically all my life, so I do not have a clear idea of ​​what I write and how I make my stories. I began, indeed, as a poet, and although I have been improving over the years (that first little poem sucks, but not without value as a starting point and comparison) and I've learned a few things thanks mainly to the blessed internet , I still have a very clear idea of ​​how I write. I only know that I write because I like. Because, as mentioned Lulu frees me. It's like suddenly I locked up in a cage and they were leaving me out of it slowly. Every sentence, every word flies as is reflected. I have no discipline forged so many stories are, first, incomplete, and I accommodating as ideas flow. So that I have three "novels" and a host of unfinished stories.
The original muse that would provide primary spark needed to avocarme the writer, long ago faded. Countless muses have happened in the heart of the amateur and amateur pseudoescritor over the years, and all have started some of the verses and some of the most beautiful prose I have done. Because, to be honest, I suddenly do not go bad, hahaha ... And the best proof that at least some have done well is to have heard, many years ago, a little poem that I called "dew," declaimed by a girl who read a fanzine called "resistance", created by students from various disciplines in the now defunct ENEP Aragon (extinct for me because later became the FES Aragón). Without knowing what memorize: he had simply liked and I was fortunate to hear it accidentally when we partner with other facilities where the time the fanzine was written. Upon learning that I was the author of something that had touched her heart, she thanked me deeply. And from that time, from time to time, I receive the congratulations have encouraged me to keep going, though, I must say, writing for the mere fact of taking those letters d and my head and gives me a infinite satisfaction.
In another chance to win in the only contest that had participated, an honorable mention. And I can not feel me proud because it ensured that my story, a short story, was included in the compendium of the contest was published. Whatever happens, there will forever be a story of mine and published in the Autonomous Metropolitan University, Alma mater of my professional training.
Another was to have the honor of being a writer whom I admire would read one of my writings and has said something about it. That encouraged me a lot. And I hope read what my eternal form highly prized writer Lulu follow unleashing on paper and virtually ...
But as I mentioned, I still do not understand exactly what I have done well to write, those little details are what motivate me know that at least several people have been touched by what I have expressed in letters.
I live and work in a job for which I write is irrelevant: the vast majority of those who could read my writings do not have the slightest interest or just pretend they do not actually read a bit. And I know people who have been readers accomplices of my stories and poems have commented and grateful I do.
I write what my heart desires. Well I can make a sonnet, trying to keep the metric in the whole form or I can get out of my comfort zone and write something erotic trying to emulate the simplicity of Lulu or horror tales as H. P. Lovecraft, one of my favorites. Or return what has been learned by the great Dante Alighieri and continue learning from him. I have had such influence any number of writers from those whom many consider the best of the best to those who absolutely despises most. Names like Stephen King, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Cervantes Natalia, Lulu Petite, Thomas and Robert Harris. I have taken them many things. I love reading and someday hope to write a bit of each but already with my own style. And with a well defined personality, who can understand and say it is totally mine.
I hope soon to become more solid foundation. But in the meantime, anyone who ever read some of my property, whether a poem, a story, a novel, thought or reflection: THANKS. I will try: I will write more, it's a promise. And I hope you continue to enjoy what I enjoy both step and touch their souls and hearts. And I read nevertheless. It is to all those who, in the end, I must. Thanks again and we read us here ...

Agradecimiento...

La pequeña Lourdes dice que escribir le libera. Le purifica. Y se pregunta qué impulsa a alguien a escribir. Y no puedo estar más de acuerdo en ello y me he preguntado muchas veces eso, tanto de mi mismo, como de mis escritores favoritos –entre los que ella está incluida–.
Escribí –Según mi torpe memoria me permite recordar– por primera ocasión como a los doce, trece años de edad. Comencé a escribir por amor, como muchos otros. La niña más hermosa que había visto en mi entonces corta vida aparecía en una escena que hasta la fecha recuerdo perfectamente y cambio para siempre todo lo que soy. Y lo primero que hice para ella fue un poema. Ahora que lo pienso, tal vez ya había escrito antes, pero eso se perdió entre los recovecos de lo que no se podrá contar jamás porque si bien conservo ese, mi primer poema, no es el original pero si en una copia bien preservada, todo lo anterior ya habrá dejado de existir hará bastante tiempo y no hay memorias de mi parte, aunque sí pudiera haberlas por la gente que me conoció en tan tierna edad y todavía no ha muerto –personas a las que muy probablemente no vuelva a ver nunca más–.
Alguna vez tomé algún curso pero no lo acabé. Prácticamente he sido autodidacta toda mi vida, así que no tengo una idea clara de lo que escribo y de cómo hago mis relatos. Comencé, ciertamente, como poeta, y aunque he ido mejorando con los años (Aquel primer poemita es un asco, pero no deja de tener valor como punto de inicio y de comparación) y he ido aprendiendo algunas cosas gracias, principalmente, al bendito internet, sigo sin tener una idea muy clara de como escribo. Sólo sé que escribo porque me gusta. Porque, como bien menciona Lulú, me libera. Es como si de pronto me encerraran en una jaula y me fueran dejando salir de ella poco a poco. Cada frase, cada palabra vuela en cuanto es plasmada. No tengo una disciplina forjada, así que muchos relatos quedan, de entrada, incompletos, y los voy acomodando conforme fluyen las ideas. Es así que tengo tres “novelas” y un sinfín de relatos inconclusos.
La musa original que proveyera de la chispa primaria, necesaria para avocarme a la escritora, se marchitó tiempo atrás. Incontables musas han pasado en el corazón de este pseudoescritor aficionado y amateur en todos estos años, y todos han arrancado algunos de los versos y algunos de las más bellas prosas que he realizado. Porque, siendo sinceros, de repente no me salen tan mal, jajajajaja… Y la mejor prueba de que por lo menos algo he hecho bien es haber escuchado, hace ya muchos años, un pequeño poema al que llamé “Al rocío”, declamado por una chica que lo leyó en un fanzine llamado “La resistencia”, creado por alumnos de diversas disciplinas en la ya extinta ENEP Aragón (extinta para mi, ya que tiempo después se convertiría en la FES Aragón). Sin conocerme lo memorizo: simplemente le había gustado y tuve la fortuna de oírla de forma accidental, cuando con otro compañero entramos a las instalaciones en donde aquella época se escribiera el fanzine. Al enterarse de que era yo el autor de algo que había tocado su corazón, me agradeció profundamente. Y desde esa ocasión, de vez en cuando, las felicitaciones que recibo me han animado a seguir adelante, aunque, debo decirlo, escribir por el solo hecho de sacar esas letras d e mi cabeza me produce una satisfacción ya infinita.
En otra ocasión gane, en el único concurso que había participado, una mención honorífica. Y no me puedo sentir más orgulloso porque eso garantizó que mi relato, un cuento corto, fuera incluido en el compendio del concurso que fue publicado. Pase lo que pase, habrá por siempre un cuento mío ya publicado en la Universidad Autónoma Metropolitana, Alma mater de mi formación profesional.
Otra fue tener el honor de que una escritora a quien admiro leyese uno de mis escritos y haya comentado algo al respecto. Eso me anima y mucho. Y espero leer de forma eterna lo que mi muy preciada escritora Lulu siga desatando en papel y en forma virtual…
Aunque como bien he dicho, todavía no comprendo exactamente que he realizado bien al escribir, esos pequeños detalles son los que me motivan: saber que al menos varias personas han sido tocadas por lo que he plasmado en letras.
Vivo y trabajo en una profesión para la cuál lo que escribo es irrelevante: la gran mayoría de los que pudieran leer mis escritos no tienen el más mínimo interés o solo fingen que lo hacen sin leer en realidad un ápice. Y personas que no conozco han sido lectores, cómplices, de mis relatos y poemas y han comentado y agradecido lo que hago.
Escribo lo que desea mi alma. Bien puedo hacer un soneto, tratando de mantener la métrica en toda su forma o bien puedo salirme de mi zona de confort y escribir algo erótico tratando de emular la sencillez de Lulú ó de terror, como los cuentos de H.P. Lovecraft, uno de mis grandes favoritos. O retomar lo aprendido por el gran Dante Alighieri y seguir aprendiendo de él. he tenido como influencia a cualquier cantidad de escritores, desde aquellos a quienes muchos consideran los mejores de los mejores hasta aquellos que la mayoría desprecia absolutamente. Nombres como Stephen King, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Natalia cervantes, Lulú Petite, Thomas y Robert Harris. de ellos he tomado muchas cosas. Me encanta leerlos y algún día espero escribir un poco como cada uno pero ya con mi propio estilo. Ya con una personalidad más que definida, que pueda entender y decir que es totalmente mío. 
Espero pronto hacerme de bases más sólidas. Pero mientras tanto, a todo aquel que alguna vez leyó algo de mi propiedad, ya fuera un poema, un cuento, un relato, una novela, pensamiento o reflexión: GRACIAS. No voy a intentarlo: escribiré más, es una promesa. Y espero que sigan disfrutando de lo que yo tanto disfruto y de paso que toque sus almas o corazones. Y que me siga leyendo a pesar de todo. Es a todos a quienes, a final de cuentas, me debo. Gracias de nuevo y nos seguimos leyendo por aquí…

martes, 5 de enero de 2016

Como nunca enamorarse (Primera parte)...

“Pero me hace falta
hace tantos días…”

Hoy mi deber era, canción de Silvio Rodriguez.




Camina entre la multitud, ensimismada en sus pensamientos. Ya muchos años han pasado desde que Karina lo vio por última vez y sin embargo, le parece que cada día se hace más y más fuerte ese recuerdo que amenaza con desbordarse y hundirla en una tierna pero profunda locura.

Ciertamente no era guapo. Pero le gusto su mirada. Su rostro tan serio. Había algo de misterio en él, la única persona de entre todas que sobresalía por ser precisamente quien no buscaba hacerlo. Solo los observaba a todos. La fiesta era bulliciosa. Recordaba que, cuando lo vio por vez primera, llamo su atención observar que casi no hablaba y solo se limitaba a ver lo que pasaba. de vez en cuando se acercaba a algún grupito e intentaba ser parte de la platica. Y lo lograba; no se convertía en el foco del grupo pero conseguía ser uno de ellos. Y de pronto, se iba y volvía a su rincón. Y ni siquiera lo conocía: normalmente pensaba que una persona así probablemente fuera un idiota sin capacidad de volverse parte de la sociedad. A lo mejor alguien lo invito, compadecido ante la incapacidad de tener amigos. Y a pesar de todo, todos lo conocían, pues cada vez que el se acercaba a alguien lograba entablar una breve charla, que él mismo cortaba de ajo al pedir permiso de ir al baño o de volverse a por una soda. Y de pronto se dio cuenta: ya llevaba un buen rato, sin que ella se lo propusiera, de estarlo observando. Y comenzó a verlo un poco más de reojo. Ya lo había visto sonreír. Tenia una linda sonrisa, a pesar de ser una persona gordita. Ciertamente no sabia quien era, pero tal vez aquellos amigos con los que hubiera llegado a aquella celebración de cumpleaños pudieran decirle de quien se trataba. Pero no. Comenzarían a cuchichear o a burlarse de que ella mostrara interés en alguien así. Así que solo se dedico a verlo…

martes, 22 de diciembre de 2015

Lucha...

Marco las horas de mi vida,
para no tener que verte,
lugubre crucifijo de mis días,
fastidioso conteo de mi muerte.

Siendo oscuridad y tu luz,
mitad entrañable de mi sonrisa.
Paz y guerra, rojo y azul
que de piedad va, traviesa.

Lloro en la tenue brisa
de aquellos seres inertes
que por virtud de larga caída
desenvuelve mi ira rebustiante…

miércoles, 28 de octubre de 2015

Recuerdos tantos...

Extraño los sabores viejos. Esos que se te quedan en el alma a partir de las cosas más sencillas. Aquellas que vale la pena guardar en esa pequeña cajita que es la memoria y a la que, sin embargo, le caben tantas y tantas cosas.
Extraño aquellas calles empedradas de mi niñez. El cálido sonido de las palmera en la tierra de los abuelos. El aguerrido despertar de los gritos de los niños, mezclándose unos con otros hasta formar esa masa informe que era la prima infancia. Las historias que podías darte el lujo de creer porque ¡para eso eras un niño! ¡A eso tenias derecho! El hombre del costal, el accidente mortal de avión que ocurrió enfrente de tu casa; las decenas de juegos que ocurrían usando como excusa sólo tu imaginación…
Extraño los sinsabores de mi precoz gusto por las mujeres. El comenzar a perderme en cada par de ojos, en las imágenes que se sucedían en mi infantil mente, solo para volver de golpe con las despedidas formales y el comienzo del camino a casa, a la realidad de mi inexperiencia en esos menesteres. Extraño los zanates, sus incesantes gritos, la plaza principal envuelta en blanco a nivel de piso y verde a nivel de cielo por la cantidad enorme de arboles con los que contaba, árboles que ya no existen. Zanates que ya no cantan. Un silencio sepulcral que entierra por siempre cualquier recuerdo que pudiera generar ahora en los jardines en los que solo se puede dibujar la silueta de los juegos que de niño alegraron mis memorias.
Extraño la incesante búsqueda de la perfección que solo me dio mi primer beso. Ese beso tan profundo, tan tierno. Ese beso que me enseño tantas cosas y que he buscado una y otra vez, sin éxito, emular en cuanto al potencial que tuvo en mi experiencia. El beso que robé porque era en ese momento o nunca…
Extraño a la morena que me dio más de su vida para formar la mía, de lo que yo jamás le hubiera pedido a alguien. Añoro su mirada profunda, sin las marcas propias de la edad; sin la indeleble huella de lo vivido. Extraño su corazón sin sentido que, sin embargo, le daba cauce a un destino que desconocía. Extraño sus charlas en la calle, caminando por debajo de las sombras que la noche da a cada esquina. Los cafés desgastados en su compañía. Las grandes pláticas acerca de temas que ambos desconocíamos y a los cuales dábamos con cada palabra nuestra muchos significados. Extraño sus pequeños ojos verdes. Su mirada cálida. Su sencillez a pesar de ser la niña más linda de la secundaria. Extraño la camaradería que esa edad brindaba, por ser la transición de la inocencia a una pre adolescencia, donde las primeras señales de la maldad absoluta comenzaban a corromper el delicado velo de la esperanza y comenzaban a asentarse las primeras lecciones de realidad del mundo adulto.

Extraño el sabor viejo de la rebeldía. De esa rancia melodía que nos convierte, en ocasiones, en depredadores de nuestro propio mundo. La sensación de que, por mucho que la madurez y la experiencia de aquellos que pisaran este mundo mucho antes que nosotros hubiera hecho mella en él, nosotros podíamos voltear de cabeza sus preceptos y dejar nuestra huella mucho antes de que ellos, en su momento, lo hicieran. Extraño sus pequeños pechos. Su sexo. Su instancia a amarme sin pedir yo nada a cambio. la débil tenencia de lo prohibido que me era su esencia por la desfachatez con que ella me obligaba a quererla por sobre todas las cosas. Las memorias lívidas de la vida que se empeño en abrirme paso como si de un riachuelo se tratara…

domingo, 25 de octubre de 2015

Tribulación...

"No permitas que te maten los recuerdos"...

Soy como el prometeo encadenado: aquel que, por robarle el fuego a los dioses, fue castigado por toda la eternidad, condenado a pasar todo su tiempo encadenado, mientras un ave gigante le comia las entrañas y durante la noche estas se regeneraban para al dia siguiente realizar la misma tortura de nuevo...
Todos los dias me levanto ebrio de dolor... y mientras lentamente las horas van derritiendo el dia que ha nacido para alumbrar al mundo, mi tiempo vivo se va diluyendo, por lo que al atardecer ya solo soy un muerto en vida...
Las dudas asaltan, una y otra vez, mi atribulada mente, que se consume lentamente por el discernimiento. No goza de vividez la clara mentalidad de que se va perdiendo, sino la certeza de que se esta cayendo a pedazos una existencia que no es sino un castigo a algo hecho en vidas pasadas. Solo es una transición de tiempo, claro esta. Pero al mismo tiempo es toda una vida de sufrimientos.
Dí a la humanidad lo que soy: un ente de carne y fuego. Un megalomano con un corazón de cristal, que se quiebra por cuanto pequeñas obras de amor o tristes realidades le golpean con toda la fuerza de que son capaces. Un monstruo que quiere ver al mundo arder en el caos inigualable que es su alma, siempre y cuando los justos -decisión que Dios tomara por votación unanime- puedan salvarse, ya por lo menos llevados por un mitológico arrebato. Un ser con la nobleza de no permitir que lo malo triunfe, impotente ante la ruda realidad de que casi nunca será de esa forma.
Soy un hombre a quien los recuerdos han mantenido con vida. A quien ellos han hecho tan fuerte en unas áreas y tan débil en otras. A quien la vida ha cacheteado una y otra vez. Un sobreviviente de un amor descalzo...

viernes, 11 de septiembre de 2015

Reflexión de Septiembre...

Ya tengo demasiado tiempo sin escribir, y no se me ocurre nada; sin embargo, desde hace tiempo me seduce la terrible ansiedad de, precisamente, hacerlo: escribir algo, lo que sea. Así que he decidido escribir algo sin sentido, comenzar de esta forma, ver que sale…
La ventaja de un corazón muerto es que algunos aspectos de la vida he podido disfrutarlos de una forma más abierta. Mas mundana. Mas sencilla. Y sencillo para mi, en muchos aspectos de mi personalidad, no es fácil. Y sin embargo, he disfrutado cada instante, aunque lo difícil ha sido intentar –porque aún no lo he logrado– despertar de alguna forma. Me la he pasado en zozobra. No he ido a museos, ni he salido siquiera a caminar. No he retomado todas esas cosas que ya comenzaba a realizar en compañía de otras personas: gente que me inspiraba, que me animaba. Y aunque me vuelve loco no poder reiniciar mis labores cotidianas, me he encontrado divertido echando la flojera, como nunca lo había hecho.
Aún así, esto debe terminar. Ya no lo soporto: una increíble melancolía ha hecho presa de mi y sostiene una cruenta batalla en contra de mi decidir. Y yo, en medio, no sé como salir de mi situación. ¿Fuerza de voluntad? Ya sé que se requiere. Pero no logró encontrar la forma, máxime a que no puede depender de la ayuda de nadie…

Hoy tuve un sueño con mi ángel de la guarda. Mi hermosa Rafaela me cuestionaba mi forma de ser, cosa que me pareció un poco divertida, porque a final de cuentas no he logrado cambiar aquello que esta tan profundo en mi mente y que me define. Lo curioso es que no me sorprendo en mi sueño que ella me elevara tal cuestión, pienso que a final de cuentas en todos los sueños en los que ella me ha dado del honor de estar, jamás me había comportado de otra forma que no fuera tierna con ella, aunque no puedo evitar preguntarme: ¿Si ella nunca me había visto en esa faceta de mi personalidad, como es que supo qué reclamarme? En fin, creo que jamás lo sabré. Y sin embargo siempre es tan relajante verla. Siempre son los sueños en los que ella aparece los que me provocan reparo en mi estado psicológico. Siempre me llena de paz mental…

domingo, 16 de agosto de 2015

Angel's hunter.. (Colaboración de Alberto Montaño en la traducción)

I sleep with you in my arms again. Dream decomposed by the dim battle of my ego. Then I am drowning in alcohol, knowing that action triggered a chain of events that would probably lead to a symbolic suicide, leading to a terrible climax knowing that you will not answer the phone, but him. He who has stolen you for itself, leaving me with a bunch of thousand ideas and a future that looks too far to run after him. Open the refrigerator and among the thousand and one nonsense that we cook together, the kind that made you laugh so delightfully, the tersest, farther sack. Which was cooked before the other. In addition, in a fit of anger toss to the wall. It is broken into pieces, while each broken piece of a purplish eye looks. All staring at me and blaming. Have I been to blame? I think so. However, I would do it all, but knowing that means losing you again, because I know I was right. Never give anything wrong, but my dying heart, then rose again to hold it at the top and drop. Therefore, in this creature that now looks a rare grayish and this almost lifeless prescribe some verses ever read. Moreover, I will give them to eat. Surely, you will vomit, but I have to worry about sweeping the floor with them as they absorb and still the last feast that mean his certain death.
Open the window. It is late. Time seems not to have changed at all. The streets I see from my hotel are full of people. Thousands of swarming stories alive, fiery, stubborn in their desire and rotting in your crowd. the squares with food, locate wood with canvas covers unleashed a sea of ​​heat beneath them, multicolored noise that adorn every position, every sale, every dream come true to the sound of the old banjo that child who aged, fervently recites the only notes you learned in your life, those notes leading vibrant agony in a mass of broken hopes and his broken to leave the love of his life with another soul. And then, I related to that illustrious personage, one Indian named Juan, hunter of old angels, I am ready to look beyond the pink to my room dismisses the world in a bed that is not, even by mistake, tones of sweet roses .

martes, 11 de agosto de 2015

Cazador de ángeles...

Sueño con tenerte en mis brazos una vez más. Onirismo descompuesto por la tenue batalla de mi ego. Entonces me ahogo en el alcohol, consciente de que esa acción desencadenara una cadena de eventos que probablemente me lleven a un suicidio simbólico, que llevará a un clímax terrible sabiendo que no contestarás el teléfono tú, sino él. Él, que te ha robado para si, dejándome con un manojo de mil ideas de un futuro que ya se ve demasiado lejano como para que corra tras de él. Abro el refrigerador y entre las mil y un bobadas que juntos cocinamos, de esas que tan deliciosamente te hacían reír, saco la más escueta, la más lejana. La que se cocinó antes que las demás. Y en un arranque de ira la aviento a la pared. Se rompe en mil pedazos, mientras que de cada trozo roto se asoma un ojo violáceo. Todos viéndome fijamente, como culpándome. ¿Habré sido yo el culpable? Creo que si. Pero volvería a hacerlo todo, aunque supiera que eso significa perderte de nuevo, porque sé que fue lo correcto. Nunca te entregue nada indebido, más que mi corazón moribundo, que resucitaste para luego sostenerlo en lo más alto y dejarlo caer. Por ello, en esa criatura que ahora luce un raro tono grisáceo y esta casi sin vida receto unos versos que jamás leerás. Y se los daré de comer. Seguramente los vomitará, pero no tendré que preocuparme por barrer el piso con ellos, ya que aún así los absorber y ese último festín significará su muerte segura.
Abro la ventana. Ya es tarde. El tiempo parece no haber cambiado en absoluto. Las callejuelas que veo desde mi hotel se ven repletas de gente. Miles de historias pululando vivas, ardientes, recalcitrantes en su deseo y podridas en su muchedumbre. las plazuelas con comida, los localizo de madera con sus cubiertas de lona que desatan un mar de calor por debajo de ellas, los ruidos multicolores que engalanan cada puesto, cada venta, cada sueño cumplido al sonido del viejo banjo de aquel niño que envejecido, recita con fervor las únicas notas que aprendió en su vida, aquellas notas que lideran su vibrante agonía en un cumulo de esperanzas rotas como su alma rota al irse la mujer de su vida con otro. Y entonces, emparentado con aquel ilustre personaje, aquel indio llamado Juan, cazador de ángeles viejo, me dispongo a ver más allá de los tonos rosados con que mi habitación despide al mundo en un lecho que no es, ni por equivocación, de dulces rosas…

lunes, 13 de julio de 2015

Fulana de Tal...

Refrescas mi breve visión de la vida
como si me enamoraras, dulce principesa
para que la llaga no llegue al olvido
y repercuta en mi vieja cabeza.

Desearía una amistad así, contigo…
Una que se vuelva muerte, que me llame viva.
Una amistad que se dañe en sí misma
desde el momento, en que se vuelva funesta.

Que me amaras como amigo, al hartazgo,
semilla trémula de bienaventuranza,
cruel vestigio de una gloria ya pasada.
Sencilla en tu mirar, cálida, traviesa.

Aunada en este poema caótico y desprovisto
de toda candidez, verdad y por sobre todo belleza,
aglutino las mil caras de la profecía:
degusto con claridad su legendaria proeza…

jueves, 9 de julio de 2015

Hotel Misión San José en Salina Cruz, Oaxaca...

A solo tres cuadras -unos 300 metros aproximadamente- del Parque Municipal de Salina Cruz, Oaxaca y a media cuadra del restaurante La Pasadita, donde puedes degustar platillos del mar con excelente calidad,


en la calle Pacífico, número 9, del Barrio Cantarranas, se encuentra un pequeña joya de cuatro estrellas, para aquellos que van a pasar unos días al puerto: El Hotel Misión San José.

Este pequeño hotel, casi escondido, tiene una oferta para sus huéspedes desde hace diez años a precios muy accesibles, un servicio excelente y presenta un acabado rústico, acogedor, con detalles que lo hacen único entre los hoteles de la zona, además de ser el único en el centro de la ciudad que posee alberca (Según lo que he visto solo el City Express posee alberca). Fuentes antropomórficas, cuadros  y formas que dan frescura al lugar y una apariencia cómoda al visitante, que incluso puede dar una pequeña caminata dentro de las instalaciones, que tienen en algunos descansos de las escaleras cómodos sillones para reposar o platicar, o ¿porque no, leer un poco?.








Dispone de distintos tipos de habitaciones, para amoldarse al gusto del cliente, con precios bastante justos para el bolsillo. Todas poseen aire acondicionado, televisión de cable, baño privado con ducha y toallas, escritorio y ventilador, jardín y terraza, algunas habitaciones ofrecen un frigobar. Yo iba con motivos familiares y tomé la Suite, de buen tamaño, aire acondicionado, que tiene una sala de estar que comparte con la master suite, una habitación de un tamaño muy bueno, bastante espaciosa. La sala de estar de la suite tiene un frigobar, mientras que la Master Suite tiene uno propio. Grandes espejos dan un toque especial a las habitaciones estrella de este hotel, aunque las demás habitaciones -la Junior, la sencilla y la doble- también son muy confortables. Además, puedes nadar en la alberca a cualquier hora del día, perfecto para quienes van a Tehuantepec o Juchitan y solo tienen alguna espacio en la noche o madrugada para echarse un chapuzón. Tiene una ducha para antes de meterte a la alberca, espacios cómodos si solo deseas descansar al lado de la piscina y una escaladora elíptica si deseas hacer un poco de ejercicio.










El ambiente es muy tranquilo y agradable, las personas que atienden siempre lo hacen con una sonrisa y en la mejor disposición de complacer al huésped. El restaurante tiene una oferta gastronómica buena y barata, tiene un bar con bebidas refrescantes y a buenos precios. ¡Que decir! Es un hotel que se resalta entre toda la oferta que existe en la zona. El check out es a las doce del día.







Así que si algún día visitas el Puerto de Salina Cruz Oaxaca, date un gusto y hospedaje en este hotel, para que tu experiencia en la ciudad sea completo, confortable y durable en la memoria…

lunes, 6 de julio de 2015

De nuevo Mariana...

Esta tarde lluviosa, tan agresiva, tan poderosa en su llanto, me trajo recuerdos de Mariana. No pude evitarlo, solo vinieron a mi como una marejada de sensaciones diáfanas… su sonrisa… su mirada. Me decía tantas cosas cuando me veía y al mismo tiempo me ocultaba todo. Si tan solo me hubiera querido aunque fuera un poquito… tal vez todo hubiera sido diferente en vez de ser lo que tenia que ser.

Cuando llegaban los días de lluvias torrenciales, me encantaba sentarme en algún lugar en solitario y pensar en ella. En su voz, intentaba grabarme en la memoria de forma permanente, como un tatuaje, el timbre de su voz, cosa que solo logré a medias. Sus desplantes de niña, su actitud tan femenina, tan soberbia. Dios… la sigo extrañando tanto… como me sigue doliendo.

Recuerdo perfectamente la vez que pude platicar con ella mucho más de lo esperado. Como recargo su cabeza en mi, mientras veíamos a los demás participar en concursos, sin ningún tipo de intención. Solo era algo hecho de forma tierna. La caminata en la aguja de las bombas de agua. Platicarme de su vida. O de cualquier cosa que en el momento nos dejara a gusto. Hacerla enojar…

Suena en mi cabeza la primera vez que fui consciente de que sentía algo por ella más fuerte que cualquier otra cosa. Un sentimiento que comenzaba, poco a poco, a invadir cada fibra de mi ser. Esa calidez que sonrojaba mis mejillas y me devolvía a un estado de juventud que hacía más de una década había dejado al abandono por tomar mi lugar en el mundo de los adultos. Y la culpa. Por algo que no hice. El llanto que nunca vino a mi por saberla no mía. El dolor de verla con otros y no poder hablar de esto con ella como debía ser. La barrera que ella, precavidamente, colocó entre nosotros, que funciono muy bien para ella, mas no para mi.

Pero sobre todo, recuerdo la última charla seria en una lancha. La frase “Nunca olvides que te quiero” que, irónicamente, aparecería meses después en una novela de Delphine Bertholon. Pero yo se la dije primero. Y sería verdad: en cierta forma, no he dejado de quererla, como la mamá de Madison a esta. Nunca he dejado de culparme por la parte que me toca. Nunca he dejado en mi mente que se vaya. La he retenido un poco, contra su voluntad seguramente –aunque ya hace años debido olvidarme por completo, lo cual es muy triste, por lo menos para mi– y he dejado que su sonrisa y esa mirada de color miel siga dictando parte de mi vida, por la frase que le dije siendo totalmente honesto, tal vez, por única vez en mi vida… Nunca olvides que te quiero Mariana…

Con cariño para…


¡Despierta! Ya casi es mediodía y no has llorado
en la intimidad de tus deslices.
Invocando a la Diosa de las muchas manos
no lograrás nada, mas que enojarme,
serpiente bicefala de cruentos mensajes,
desechas mi optimismo con mensajes miles
sin que pueda hacer nada al respecto,
mas que molestarme.

Si esperas enterrado en la arena hasta medio morir,
te recuerdo que hay inocentes
a los que lastimas con la podredumbre
de tu insípida alma; ¿es a ellos a los que amas?
Sacrílego miserable. solo ves por tu propio bienestar
y el de todos tus bienes, dejando de lado la circunstancia
que hicieron de ti en algún tiempo un varón con alma.

Llora por lo que te falta, pues al mundo engañas,
más no a tu propia estirpe, aquella que ha de morir
sin dejar legado otro que el fulgor de las cruentas mentiras
que dará de si para forjarse un futuro mejor que el tuyo,
pusilánime pedazo de escoria al que le dedico, sin merecerlo,
el último estertor de un muerto que de pie te arrolla…

With love to...

Wake up! It's almost noon and you have not cried
In the privacy of your slips.
Invoking the many-hands Goddess
you will not achieve anything more than angry,
bloody two-headed serpent of messages,
discard my optimism with thousands messages
without being able to do anything about it,
rather than bother.

If you wait buried in sand up to half death,
I remind you that there are innocent
that  you hurt with rot
your insipid soul; Is it them that you love?
Wretched sacrilegious. You only see for your own welfare
and all your possessions, leaving aside the fact
that made you, for some time, a man with soul.

Weep for what you lack, for deceiving the world,
but not to your own kind, the one that has to die
leaving no legacy other than the glow of the bloody lies
to give of themselves to create a better future than yours,
cowardly piece of scum that I dedicate, undeservedly,
the last gasp of a dead foot rolls you ...