martes, 5 de enero de 2016

Como nunca enamorarse (Primera parte)...

“Pero me hace falta
hace tantos días…”

Hoy mi deber era, canción de Silvio Rodriguez.




Camina entre la multitud, ensimismada en sus pensamientos. Ya muchos años han pasado desde que Karina lo vio por última vez y sin embargo, le parece que cada día se hace más y más fuerte ese recuerdo que amenaza con desbordarse y hundirla en una tierna pero profunda locura.

Ciertamente no era guapo. Pero le gusto su mirada. Su rostro tan serio. Había algo de misterio en él, la única persona de entre todas que sobresalía por ser precisamente quien no buscaba hacerlo. Solo los observaba a todos. La fiesta era bulliciosa. Recordaba que, cuando lo vio por vez primera, llamo su atención observar que casi no hablaba y solo se limitaba a ver lo que pasaba. de vez en cuando se acercaba a algún grupito e intentaba ser parte de la platica. Y lo lograba; no se convertía en el foco del grupo pero conseguía ser uno de ellos. Y de pronto, se iba y volvía a su rincón. Y ni siquiera lo conocía: normalmente pensaba que una persona así probablemente fuera un idiota sin capacidad de volverse parte de la sociedad. A lo mejor alguien lo invito, compadecido ante la incapacidad de tener amigos. Y a pesar de todo, todos lo conocían, pues cada vez que el se acercaba a alguien lograba entablar una breve charla, que él mismo cortaba de ajo al pedir permiso de ir al baño o de volverse a por una soda. Y de pronto se dio cuenta: ya llevaba un buen rato, sin que ella se lo propusiera, de estarlo observando. Y comenzó a verlo un poco más de reojo. Ya lo había visto sonreír. Tenia una linda sonrisa, a pesar de ser una persona gordita. Ciertamente no sabia quien era, pero tal vez aquellos amigos con los que hubiera llegado a aquella celebración de cumpleaños pudieran decirle de quien se trataba. Pero no. Comenzarían a cuchichear o a burlarse de que ella mostrara interés en alguien así. Así que solo se dedico a verlo…

martes, 22 de diciembre de 2015

Lucha...

Marco las horas de mi vida,
para no tener que verte,
lugubre crucifijo de mis días,
fastidioso conteo de mi muerte.

Siendo oscuridad y tu luz,
mitad entrañable de mi sonrisa.
Paz y guerra, rojo y azul
que de piedad va, traviesa.

Lloro en la tenue brisa
de aquellos seres inertes
que por virtud de larga caída
desenvuelve mi ira rebustiante…

miércoles, 28 de octubre de 2015

Recuerdos tantos...

Extraño los sabores viejos. Esos que se te quedan en el alma a partir de las cosas más sencillas. Aquellas que vale la pena guardar en esa pequeña cajita que es la memoria y a la que, sin embargo, le caben tantas y tantas cosas.
Extraño aquellas calles empedradas de mi niñez. El cálido sonido de las palmera en la tierra de los abuelos. El aguerrido despertar de los gritos de los niños, mezclándose unos con otros hasta formar esa masa informe que era la prima infancia. Las historias que podías darte el lujo de creer porque ¡para eso eras un niño! ¡A eso tenias derecho! El hombre del costal, el accidente mortal de avión que ocurrió enfrente de tu casa; las decenas de juegos que ocurrían usando como excusa sólo tu imaginación…
Extraño los sinsabores de mi precoz gusto por las mujeres. El comenzar a perderme en cada par de ojos, en las imágenes que se sucedían en mi infantil mente, solo para volver de golpe con las despedidas formales y el comienzo del camino a casa, a la realidad de mi inexperiencia en esos menesteres. Extraño los zanates, sus incesantes gritos, la plaza principal envuelta en blanco a nivel de piso y verde a nivel de cielo por la cantidad enorme de arboles con los que contaba, árboles que ya no existen. Zanates que ya no cantan. Un silencio sepulcral que entierra por siempre cualquier recuerdo que pudiera generar ahora en los jardines en los que solo se puede dibujar la silueta de los juegos que de niño alegraron mis memorias.
Extraño la incesante búsqueda de la perfección que solo me dio mi primer beso. Ese beso tan profundo, tan tierno. Ese beso que me enseño tantas cosas y que he buscado una y otra vez, sin éxito, emular en cuanto al potencial que tuvo en mi experiencia. El beso que robé porque era en ese momento o nunca…
Extraño a la morena que me dio más de su vida para formar la mía, de lo que yo jamás le hubiera pedido a alguien. Añoro su mirada profunda, sin las marcas propias de la edad; sin la indeleble huella de lo vivido. Extraño su corazón sin sentido que, sin embargo, le daba cauce a un destino que desconocía. Extraño sus charlas en la calle, caminando por debajo de las sombras que la noche da a cada esquina. Los cafés desgastados en su compañía. Las grandes pláticas acerca de temas que ambos desconocíamos y a los cuales dábamos con cada palabra nuestra muchos significados. Extraño sus pequeños ojos verdes. Su mirada cálida. Su sencillez a pesar de ser la niña más linda de la secundaria. Extraño la camaradería que esa edad brindaba, por ser la transición de la inocencia a una pre adolescencia, donde las primeras señales de la maldad absoluta comenzaban a corromper el delicado velo de la esperanza y comenzaban a asentarse las primeras lecciones de realidad del mundo adulto.

Extraño el sabor viejo de la rebeldía. De esa rancia melodía que nos convierte, en ocasiones, en depredadores de nuestro propio mundo. La sensación de que, por mucho que la madurez y la experiencia de aquellos que pisaran este mundo mucho antes que nosotros hubiera hecho mella en él, nosotros podíamos voltear de cabeza sus preceptos y dejar nuestra huella mucho antes de que ellos, en su momento, lo hicieran. Extraño sus pequeños pechos. Su sexo. Su instancia a amarme sin pedir yo nada a cambio. la débil tenencia de lo prohibido que me era su esencia por la desfachatez con que ella me obligaba a quererla por sobre todas las cosas. Las memorias lívidas de la vida que se empeño en abrirme paso como si de un riachuelo se tratara…

domingo, 25 de octubre de 2015

Tribulación...

"No permitas que te maten los recuerdos"...

Soy como el prometeo encadenado: aquel que, por robarle el fuego a los dioses, fue castigado por toda la eternidad, condenado a pasar todo su tiempo encadenado, mientras un ave gigante le comia las entrañas y durante la noche estas se regeneraban para al dia siguiente realizar la misma tortura de nuevo...
Todos los dias me levanto ebrio de dolor... y mientras lentamente las horas van derritiendo el dia que ha nacido para alumbrar al mundo, mi tiempo vivo se va diluyendo, por lo que al atardecer ya solo soy un muerto en vida...
Las dudas asaltan, una y otra vez, mi atribulada mente, que se consume lentamente por el discernimiento. No goza de vividez la clara mentalidad de que se va perdiendo, sino la certeza de que se esta cayendo a pedazos una existencia que no es sino un castigo a algo hecho en vidas pasadas. Solo es una transición de tiempo, claro esta. Pero al mismo tiempo es toda una vida de sufrimientos.
Dí a la humanidad lo que soy: un ente de carne y fuego. Un megalomano con un corazón de cristal, que se quiebra por cuanto pequeñas obras de amor o tristes realidades le golpean con toda la fuerza de que son capaces. Un monstruo que quiere ver al mundo arder en el caos inigualable que es su alma, siempre y cuando los justos -decisión que Dios tomara por votación unanime- puedan salvarse, ya por lo menos llevados por un mitológico arrebato. Un ser con la nobleza de no permitir que lo malo triunfe, impotente ante la ruda realidad de que casi nunca será de esa forma.
Soy un hombre a quien los recuerdos han mantenido con vida. A quien ellos han hecho tan fuerte en unas áreas y tan débil en otras. A quien la vida ha cacheteado una y otra vez. Un sobreviviente de un amor descalzo...

viernes, 11 de septiembre de 2015

Reflexión de Septiembre...

Ya tengo demasiado tiempo sin escribir, y no se me ocurre nada; sin embargo, desde hace tiempo me seduce la terrible ansiedad de, precisamente, hacerlo: escribir algo, lo que sea. Así que he decidido escribir algo sin sentido, comenzar de esta forma, ver que sale…
La ventaja de un corazón muerto es que algunos aspectos de la vida he podido disfrutarlos de una forma más abierta. Mas mundana. Mas sencilla. Y sencillo para mi, en muchos aspectos de mi personalidad, no es fácil. Y sin embargo, he disfrutado cada instante, aunque lo difícil ha sido intentar –porque aún no lo he logrado– despertar de alguna forma. Me la he pasado en zozobra. No he ido a museos, ni he salido siquiera a caminar. No he retomado todas esas cosas que ya comenzaba a realizar en compañía de otras personas: gente que me inspiraba, que me animaba. Y aunque me vuelve loco no poder reiniciar mis labores cotidianas, me he encontrado divertido echando la flojera, como nunca lo había hecho.
Aún así, esto debe terminar. Ya no lo soporto: una increíble melancolía ha hecho presa de mi y sostiene una cruenta batalla en contra de mi decidir. Y yo, en medio, no sé como salir de mi situación. ¿Fuerza de voluntad? Ya sé que se requiere. Pero no logró encontrar la forma, máxime a que no puede depender de la ayuda de nadie…

Hoy tuve un sueño con mi ángel de la guarda. Mi hermosa Rafaela me cuestionaba mi forma de ser, cosa que me pareció un poco divertida, porque a final de cuentas no he logrado cambiar aquello que esta tan profundo en mi mente y que me define. Lo curioso es que no me sorprendo en mi sueño que ella me elevara tal cuestión, pienso que a final de cuentas en todos los sueños en los que ella me ha dado del honor de estar, jamás me había comportado de otra forma que no fuera tierna con ella, aunque no puedo evitar preguntarme: ¿Si ella nunca me había visto en esa faceta de mi personalidad, como es que supo qué reclamarme? En fin, creo que jamás lo sabré. Y sin embargo siempre es tan relajante verla. Siempre son los sueños en los que ella aparece los que me provocan reparo en mi estado psicológico. Siempre me llena de paz mental…

domingo, 16 de agosto de 2015

Angel's hunter.. (Colaboración de Alberto Montaño en la traducción)

I sleep with you in my arms again. Dream decomposed by the dim battle of my ego. Then I am drowning in alcohol, knowing that action triggered a chain of events that would probably lead to a symbolic suicide, leading to a terrible climax knowing that you will not answer the phone, but him. He who has stolen you for itself, leaving me with a bunch of thousand ideas and a future that looks too far to run after him. Open the refrigerator and among the thousand and one nonsense that we cook together, the kind that made you laugh so delightfully, the tersest, farther sack. Which was cooked before the other. In addition, in a fit of anger toss to the wall. It is broken into pieces, while each broken piece of a purplish eye looks. All staring at me and blaming. Have I been to blame? I think so. However, I would do it all, but knowing that means losing you again, because I know I was right. Never give anything wrong, but my dying heart, then rose again to hold it at the top and drop. Therefore, in this creature that now looks a rare grayish and this almost lifeless prescribe some verses ever read. Moreover, I will give them to eat. Surely, you will vomit, but I have to worry about sweeping the floor with them as they absorb and still the last feast that mean his certain death.
Open the window. It is late. Time seems not to have changed at all. The streets I see from my hotel are full of people. Thousands of swarming stories alive, fiery, stubborn in their desire and rotting in your crowd. the squares with food, locate wood with canvas covers unleashed a sea of ​​heat beneath them, multicolored noise that adorn every position, every sale, every dream come true to the sound of the old banjo that child who aged, fervently recites the only notes you learned in your life, those notes leading vibrant agony in a mass of broken hopes and his broken to leave the love of his life with another soul. And then, I related to that illustrious personage, one Indian named Juan, hunter of old angels, I am ready to look beyond the pink to my room dismisses the world in a bed that is not, even by mistake, tones of sweet roses .

martes, 11 de agosto de 2015

Cazador de ángeles...

Sueño con tenerte en mis brazos una vez más. Onirismo descompuesto por la tenue batalla de mi ego. Entonces me ahogo en el alcohol, consciente de que esa acción desencadenara una cadena de eventos que probablemente me lleven a un suicidio simbólico, que llevará a un clímax terrible sabiendo que no contestarás el teléfono tú, sino él. Él, que te ha robado para si, dejándome con un manojo de mil ideas de un futuro que ya se ve demasiado lejano como para que corra tras de él. Abro el refrigerador y entre las mil y un bobadas que juntos cocinamos, de esas que tan deliciosamente te hacían reír, saco la más escueta, la más lejana. La que se cocinó antes que las demás. Y en un arranque de ira la aviento a la pared. Se rompe en mil pedazos, mientras que de cada trozo roto se asoma un ojo violáceo. Todos viéndome fijamente, como culpándome. ¿Habré sido yo el culpable? Creo que si. Pero volvería a hacerlo todo, aunque supiera que eso significa perderte de nuevo, porque sé que fue lo correcto. Nunca te entregue nada indebido, más que mi corazón moribundo, que resucitaste para luego sostenerlo en lo más alto y dejarlo caer. Por ello, en esa criatura que ahora luce un raro tono grisáceo y esta casi sin vida receto unos versos que jamás leerás. Y se los daré de comer. Seguramente los vomitará, pero no tendré que preocuparme por barrer el piso con ellos, ya que aún así los absorber y ese último festín significará su muerte segura.
Abro la ventana. Ya es tarde. El tiempo parece no haber cambiado en absoluto. Las callejuelas que veo desde mi hotel se ven repletas de gente. Miles de historias pululando vivas, ardientes, recalcitrantes en su deseo y podridas en su muchedumbre. las plazuelas con comida, los localizo de madera con sus cubiertas de lona que desatan un mar de calor por debajo de ellas, los ruidos multicolores que engalanan cada puesto, cada venta, cada sueño cumplido al sonido del viejo banjo de aquel niño que envejecido, recita con fervor las únicas notas que aprendió en su vida, aquellas notas que lideran su vibrante agonía en un cumulo de esperanzas rotas como su alma rota al irse la mujer de su vida con otro. Y entonces, emparentado con aquel ilustre personaje, aquel indio llamado Juan, cazador de ángeles viejo, me dispongo a ver más allá de los tonos rosados con que mi habitación despide al mundo en un lecho que no es, ni por equivocación, de dulces rosas…

lunes, 13 de julio de 2015

Fulana de Tal...

Refrescas mi breve visión de la vida
como si me enamoraras, dulce principesa
para que la llaga no llegue al olvido
y repercuta en mi vieja cabeza.

Desearía una amistad así, contigo…
Una que se vuelva muerte, que me llame viva.
Una amistad que se dañe en sí misma
desde el momento, en que se vuelva funesta.

Que me amaras como amigo, al hartazgo,
semilla trémula de bienaventuranza,
cruel vestigio de una gloria ya pasada.
Sencilla en tu mirar, cálida, traviesa.

Aunada en este poema caótico y desprovisto
de toda candidez, verdad y por sobre todo belleza,
aglutino las mil caras de la profecía:
degusto con claridad su legendaria proeza…

jueves, 9 de julio de 2015

Hotel Misión San José en Salina Cruz, Oaxaca...

A solo tres cuadras -unos 300 metros aproximadamente- del Parque Municipal de Salina Cruz, Oaxaca y a media cuadra del restaurante La Pasadita, donde puedes degustar platillos del mar con excelente calidad,


en la calle Pacífico, número 9, del Barrio Cantarranas, se encuentra un pequeña joya de cuatro estrellas, para aquellos que van a pasar unos días al puerto: El Hotel Misión San José.

Este pequeño hotel, casi escondido, tiene una oferta para sus huéspedes desde hace diez años a precios muy accesibles, un servicio excelente y presenta un acabado rústico, acogedor, con detalles que lo hacen único entre los hoteles de la zona, además de ser el único en el centro de la ciudad que posee alberca (Según lo que he visto solo el City Express posee alberca). Fuentes antropomórficas, cuadros  y formas que dan frescura al lugar y una apariencia cómoda al visitante, que incluso puede dar una pequeña caminata dentro de las instalaciones, que tienen en algunos descansos de las escaleras cómodos sillones para reposar o platicar, o ¿porque no, leer un poco?.








Dispone de distintos tipos de habitaciones, para amoldarse al gusto del cliente, con precios bastante justos para el bolsillo. Todas poseen aire acondicionado, televisión de cable, baño privado con ducha y toallas, escritorio y ventilador, jardín y terraza, algunas habitaciones ofrecen un frigobar. Yo iba con motivos familiares y tomé la Suite, de buen tamaño, aire acondicionado, que tiene una sala de estar que comparte con la master suite, una habitación de un tamaño muy bueno, bastante espaciosa. La sala de estar de la suite tiene un frigobar, mientras que la Master Suite tiene uno propio. Grandes espejos dan un toque especial a las habitaciones estrella de este hotel, aunque las demás habitaciones -la Junior, la sencilla y la doble- también son muy confortables. Además, puedes nadar en la alberca a cualquier hora del día, perfecto para quienes van a Tehuantepec o Juchitan y solo tienen alguna espacio en la noche o madrugada para echarse un chapuzón. Tiene una ducha para antes de meterte a la alberca, espacios cómodos si solo deseas descansar al lado de la piscina y una escaladora elíptica si deseas hacer un poco de ejercicio.










El ambiente es muy tranquilo y agradable, las personas que atienden siempre lo hacen con una sonrisa y en la mejor disposición de complacer al huésped. El restaurante tiene una oferta gastronómica buena y barata, tiene un bar con bebidas refrescantes y a buenos precios. ¡Que decir! Es un hotel que se resalta entre toda la oferta que existe en la zona. El check out es a las doce del día.







Así que si algún día visitas el Puerto de Salina Cruz Oaxaca, date un gusto y hospedaje en este hotel, para que tu experiencia en la ciudad sea completo, confortable y durable en la memoria…

lunes, 6 de julio de 2015

De nuevo Mariana...

Esta tarde lluviosa, tan agresiva, tan poderosa en su llanto, me trajo recuerdos de Mariana. No pude evitarlo, solo vinieron a mi como una marejada de sensaciones diáfanas… su sonrisa… su mirada. Me decía tantas cosas cuando me veía y al mismo tiempo me ocultaba todo. Si tan solo me hubiera querido aunque fuera un poquito… tal vez todo hubiera sido diferente en vez de ser lo que tenia que ser.

Cuando llegaban los días de lluvias torrenciales, me encantaba sentarme en algún lugar en solitario y pensar en ella. En su voz, intentaba grabarme en la memoria de forma permanente, como un tatuaje, el timbre de su voz, cosa que solo logré a medias. Sus desplantes de niña, su actitud tan femenina, tan soberbia. Dios… la sigo extrañando tanto… como me sigue doliendo.

Recuerdo perfectamente la vez que pude platicar con ella mucho más de lo esperado. Como recargo su cabeza en mi, mientras veíamos a los demás participar en concursos, sin ningún tipo de intención. Solo era algo hecho de forma tierna. La caminata en la aguja de las bombas de agua. Platicarme de su vida. O de cualquier cosa que en el momento nos dejara a gusto. Hacerla enojar…

Suena en mi cabeza la primera vez que fui consciente de que sentía algo por ella más fuerte que cualquier otra cosa. Un sentimiento que comenzaba, poco a poco, a invadir cada fibra de mi ser. Esa calidez que sonrojaba mis mejillas y me devolvía a un estado de juventud que hacía más de una década había dejado al abandono por tomar mi lugar en el mundo de los adultos. Y la culpa. Por algo que no hice. El llanto que nunca vino a mi por saberla no mía. El dolor de verla con otros y no poder hablar de esto con ella como debía ser. La barrera que ella, precavidamente, colocó entre nosotros, que funciono muy bien para ella, mas no para mi.

Pero sobre todo, recuerdo la última charla seria en una lancha. La frase “Nunca olvides que te quiero” que, irónicamente, aparecería meses después en una novela de Delphine Bertholon. Pero yo se la dije primero. Y sería verdad: en cierta forma, no he dejado de quererla, como la mamá de Madison a esta. Nunca he dejado de culparme por la parte que me toca. Nunca he dejado en mi mente que se vaya. La he retenido un poco, contra su voluntad seguramente –aunque ya hace años debido olvidarme por completo, lo cual es muy triste, por lo menos para mi– y he dejado que su sonrisa y esa mirada de color miel siga dictando parte de mi vida, por la frase que le dije siendo totalmente honesto, tal vez, por única vez en mi vida… Nunca olvides que te quiero Mariana…

Con cariño para…


¡Despierta! Ya casi es mediodía y no has llorado
en la intimidad de tus deslices.
Invocando a la Diosa de las muchas manos
no lograrás nada, mas que enojarme,
serpiente bicefala de cruentos mensajes,
desechas mi optimismo con mensajes miles
sin que pueda hacer nada al respecto,
mas que molestarme.

Si esperas enterrado en la arena hasta medio morir,
te recuerdo que hay inocentes
a los que lastimas con la podredumbre
de tu insípida alma; ¿es a ellos a los que amas?
Sacrílego miserable. solo ves por tu propio bienestar
y el de todos tus bienes, dejando de lado la circunstancia
que hicieron de ti en algún tiempo un varón con alma.

Llora por lo que te falta, pues al mundo engañas,
más no a tu propia estirpe, aquella que ha de morir
sin dejar legado otro que el fulgor de las cruentas mentiras
que dará de si para forjarse un futuro mejor que el tuyo,
pusilánime pedazo de escoria al que le dedico, sin merecerlo,
el último estertor de un muerto que de pie te arrolla…

With love to...

Wake up! It's almost noon and you have not cried
In the privacy of your slips.
Invoking the many-hands Goddess
you will not achieve anything more than angry,
bloody two-headed serpent of messages,
discard my optimism with thousands messages
without being able to do anything about it,
rather than bother.

If you wait buried in sand up to half death,
I remind you that there are innocent
that  you hurt with rot
your insipid soul; Is it them that you love?
Wretched sacrilegious. You only see for your own welfare
and all your possessions, leaving aside the fact
that made you, for some time, a man with soul.

Weep for what you lack, for deceiving the world,
but not to your own kind, the one that has to die
leaving no legacy other than the glow of the bloody lies
to give of themselves to create a better future than yours,
cowardly piece of scum that I dedicate, undeservedly,
the last gasp of a dead foot rolls you ...

domingo, 5 de julio de 2015

Estos recuerdos oscuros...

Las gotas de lluvia comienzan a caer, poco a poco, como previniendo el futuro que se avecina sobre nosotros. No sé si eso sea bueno o malo, en realidad el vacío que siento... no puede ser diluido de ninguna forma que conozca. Por lo menos a como lo veo yo. Y sin embargo me parece una sensación tan familiar. Me recuerda aquellos días de trabajo en el Lago, con esas mismas gotas cayendo a cántaros -momentos en los que regularmente nadie remaba- como queriendo lavar todos esos pecados... como queriendo borrar todo aquello que había sido hecho, que había sido cometido. No lo sé. Y esta sensación me embriaga... me produce un bienestar inaudito, sin poder dilucidar nunca porque razón. Siempre he supuesto, que se trata de un poco de tristeza complementada con una melancolía que nunca quiere dejarme solo.
A veces su recuerdo llega impertinente, agresivo. Sus ojos color miel. Su rostro blanco. Su mirada retadora a todo evento. Su sonrisa cínica. A veces esos recuerdos los entremezclo con algunos otros, sin lograr otra cosa, más que acallar brevemente, en mi cabeza, las voces que construyen ese Palacio de la Memoria al que, poco a poco, tengo de nuevo acceso. Siempre dejo de visitarlo por periodos de tiempo largos. Supongo que el escribir de nuevo también es un eco de lo que se viene... De estos tiempos que no terminan de ser oscuros...

Genesis...


Veo a una pareja pasar del otro lado del vidrio. Me encuentro cenando, sólo por tener algo en el estomago y hacer tiempo en lo que llega la hora de entrar al cine, después de meses de no asistir a uno. Y no puedo evitar preguntarme al ver a esos tórtolos, que fue lo que me sucedió para haber llegado así a este punto de mi vida. No pude evitar sentir un poco de envidia. Yo antes hacía esas cosas. ¿Cómo es que perdí todo deseo de vivir una vida así, normal? Y no se me malentienda. Amo vivir. Es solo... es solo que aquello que los demás ansían; lo que esperan. Aquello que da encanto a sus vidas. Ese tipo de cosas no las deseo ya. No me produce ninguna especie de placer ni sensación que pudiera hacer mía, por lo menos aprovechar. ¿Por qué ese desgano? Tampoco tengo idea. Sólo sé que aquello que aún deseo, lo deseo ahora más, que de joven. El tiempo, sin embargo, se ha vuelto más un enemigo embarazoso y estorboso que un aliado, dadas las circunstancias del envejecimiento y todo lo que conlleva. Cada día que se va es una oportunidad desperdiciada terriblemente. Sigo sin poder contar con los medios para hacer mis sueños realidad, más no pierdo la fe en que lograré equilibrar mi situación. Solo necesito comenzar a moverme: a elucubrar planes y a mantenerlos con vida al máximo.
La imagen de la parejita vuelve a mi cabeza y no logro evitar cuestionarme si podría intentar volver a querer esa vida, pero no obtengo por respuesta nada más que un desinterés absoluto que me enferma. Mis dos mitades pelean, me susurra cada una promesas de felicidad vacías, sin sentido. Miro hacia el vidrio, que refleja parte de lo que sucede adentro del restaurante y afuera y sonrío porque, a pesar de todo, la vida que he elegido me sigue sonriendo de frente...

jueves, 11 de junio de 2015

Natalia...

Nacida en Navidad, dulce delirio,
mujer en símbolo de antiguo pesar,
forma dispuesta de cruel litigio
que conmina al alma a despertar

Frágil cuerpo con aroma a lirio,
corona negra que ha de atravesar,
aquélla cálida mirada de mil cirios
que me conmina a regresar.

Fantasma profético; dulce idilio,
empedrada cuesta de mis corazones,
que conserva intactos mis amores.

Ten pues, por obsequio este sino
que contempla, fulguroso, mis errores,
por cuanto perdures con altos honores…

domingo, 7 de junio de 2015

Reflexión de Junio...

La vida deja, poco a poco, de ofrecerme sorpresas... Cada deseo, cada impresión, comienzan a basarse en un desgano absoluto. No pareciera serlo en primera instancia pero se van sucediendo los días, como la caída de las hojas de otoño, que flotan hacia su muerte de manera pausada, impasibles, ante  lo que se sucederá... La vida misma.
Tengo un poco de incertidumbre acerca de lo que el futuro me depara. Y... ¿Por qué no decirlo? Miedo. No a morir: eso lo he aceptado desde hace tiempo. No a morir solo... La soledad me ha pasado factura de una manera cruel pero consiente. No. Es acerca de tener que vivir un dia tras otro viendo como mis sueños se desvanecen. Y es de esa forma -muy probable es que alguien diga que me acerco a la crisis de los cuarenta años, así como lo dijeron acerca de los treinta y como seguramente sera la de los cincuenta, etc.- que me adentro en el túnel. No temeroso de lo que venga sino de no tener adrenalina en el cuerpo cuando llegue el momento de confrontar a la gran bestia...

jueves, 21 de mayo de 2015

Pequeña Violeta...

Cálida mirada que al enternecer florece,
llena de lujuria, y que al admirar satura
aquel terrible vigor del que en ti posa
la antigua llama que al amarte perece.

Desnudas el alma, como desnuda te muestras
ante la mirada atónita del acólito que acrece,
y en ese aumento deja ver la sensualidad, a cuestas
que de tu peculiar amor demuestra lo que merece.

Torre blanca, refugio que al horizonte atece
por cuanta solemnidad en tu decir evocas,
elocuente mirar de cuyos labios amanece
la tenue nota que en mi soñar provocas.

Poesía sin letras, formas dulces, licencioso ente
que simulas el cielo en cada jugada.
Trémula, libertina, siniestro placer que fenece
en el beso que niegas y que me enloquece.

Lolita que de tanto brillo en la sensatez florece
súbito clamor de lo que en mí despiertas
y das, a cada pupilo, más de lo que ofrece;

mujer sibarita que en cada alma, deseo, viertas…

miércoles, 20 de mayo de 2015

Talk between divine...

Virgilius                                                                                                                        Beatrice

Greetings blessed Goddess
you descend luminous throne
What dirimes in this abbey,
that the lower depths paradise?

I come to you for a commission,
glorious ancient poet destination
that red keys world
cruel way was prepared.

It is my hope that guies
the man who longs for me
the sigh of one who gives everything,
and you take it to its former glory.

My sweet and divine lady:
your wish is for my livelihood
what my runs attentive
by now describe the environment

Tell me your name and there will be no delay
your request as sanctified by faith,
the light that made you lose with honor
to tell this humble spirit to do

His name is Dante and you will hear from him
by faith in you, poet of old,
He has been deposited since I was novel.
Right is your word give shelter.

And when you have crossed the valley of sorrow
and the mountain of the wicked repentance,
I'll meet you at the foot of the green valley
and he and I will continue our way.

So, after saying goodbye
I began the trek
that the holy lady had to go
by my steps to the golden forest ...

Charla entre divinos...

Virgilius                                                                                                                                        Beatrice

Saludos bienaventurada Diosa
que desciendes del luminoso trono
¿Qué dirimes en esta abadía,
que del paraíso bajas a lo más hondo?

Vengo a ti por un encargo,
glorioso poeta del antiguo destino,
que en las claves rojas del mundo
se preparó tan cruel camino.

Es mi deseo que guies
al hombre que de mí añora
el suspiro de aquel que todo lo da,
y lo lleves a su antigua gloria.

Mi dulce y divina señora:
tu deseo es para mi sustento
de lo que en mi corre atento
por describir el entorno de ahora

Dime su nombre y no habrá demora
en tu petición tan santificada por fe,
que la luz que te ha hecho bajar con honra
a decirle a este humilde espíritu que hacer

Su nombre es Dante y deberás saber de él
por la fe que en ti, poeta de lo antiguo,
ha depositado desde que era novel.
Justo es, que tu palabra le dé cobijo.

Y cuando hayas recorrido el valle del dolor
y la montaña del arrepentimiento impío,
yo te encontraré al pie del verde valle
y seguiremos el y yo nuestro camino.

Así pues, después de despedirme
comencé la ardua jornada
que de la santa señora tuve al irme

por sobre mis pasos a la selva dorada…

jueves, 7 de mayo de 2015

Some loose thinking...

I was willing to see you happy in the end, having no alternative, but did not hear from you and could not confirm your happiness, I really hope you are very happy: like you, and there has been no hope that way forever: that you're the yardstick higher, the one for me. Those for whom would die without having been intended for me. The woman I loved more than anything ...